La gestión de la reputación digital es un ejercicio complejo que se rige por las características de cada caso y sus elementos particulares, por tanto, no existe en esta práctica una fórmula, infalible y única.
En ese sentido, al referirnos a un proceso, hablamos de los elementos que, en nuestra experiencia, nos otorgan los conocimientos, herramientas y experiencia para entender y gestionar la reputación de una persona, marca, empresa o institución, en todos los puntos de contacto en el universo digital.
Estas zonas o puntos de contacto encapsulan, en esencia, la forma en que los usuarios intercambian y consumen contenido, y en el caso de la gestión reputacional, es la forma en que el output de información en todos estos elementos de la comunicación construyen una reputación, para bien o para mal.
En nuestro entender del espacio digital, definimos estos puntos de contacto como: Lo que se genera, lo que se dice, lo que se busca y lo que se comparte.
En una siguiente entrega profundizaremos sobre estos cuatro puntos y su importancia en la gestión reputacional digital.